lunes, 2 de julio de 2007

Una hoja de mi diario

No es la primera vez que tengo un diario, pero si es la primera vez que una hoja de mi diario puede ser leida por más de una persona... Antes era condición necesaria para escribir en un diario, que este tenga candado, y que este candado tenga una llave, y que esta llave este escondida. ¿Dónde? casi siempre en algún lugar de la repisa sobre mi cama...tan pero tan bien escondida, que obviamente terminaba abriendo el candadito con una hebilla invisible.
Pero ya a esta altura...no uso más diarios con candado, la decisión fue llevar ese cuaderno que estaba de moda, conmigo a todos lados, y los que ya están completos guardarlos, en la misma repisa que se comía mis llaves. Por eso, el primer día que se propuso llevar una libreta de viaje, mi sensación fue de alivio : No era yo la única q andaba con un cuaderno pequeño de acá para allá!.

Bueno, luego de esta introducción, vayamos a la primera observación:

Resulta que vivo en Quilmes, y cuando curso a la mañana temprano, se complica viajar cómodo, o por lo menos no tener que esperar una media horita un colectivo masomenos no tan lleno. En fin...soy muy fastidiosa, y más cuando mi día no termina en Ramos Mejia, sino que después hay que ir a trabajar, y volver a casa a la hora de cenar.
Entonces, no solo yo, sino que gran cantidad de personas, ante la imposibilidad de viajar bien, porque realmente los colectivos no dan abasto, se implementó hace tiempo que los taxis que de provincia van a trabajar a Capital, lleven pasajeros, no más de cuatro.
Entonces en las paradas de colectivo, hay dos filas las del taxi, también llamado "charter" y la del colectivo, también llamado "bondi" (y si, tenía que poner esa aclaración!)
Bueno la cuestión es que eso lo suelo hacer dos veces por semana a la mañana temprano entre las 7.30 y las 8.30 que sería el horario pico para viajar al centro.
Y lo interesante es observar las relaciones que se entablan en el taxi charter, porque algunas personas coinciden el horario para viajar y lo hacen juntas y hasta a veces con el mismo chofer. Y entonces, se conocen, y hablan, y se cuentan, y se rien siempre de los mismos chistes. La realidad es que yo, a las 7 de la mañana soy 100% ermitaña, y no puedo entender como la gente tiene tantas ganas de hablar. Y lo que más me causa gracia, es que no saben los nombres!, se llaman por señas características, a saber: la gordita, la rockera, la que el hijo es médico,la rubia, pero nunca un Claudia, Roberto o Patricia. Otra cosa, el chofer siempre se queja de su mujer o de su suegra. El chofer siempre se pelea con una de sus pasajeras generalmente la copiloto, porque no le hacen mate. Y una cosa más, quizás después que se bajan, la mayoría en el correo central, siguen el mismo viaje por ejemplo tomarse el subte, pero no...la unidad del grupo, se desdibuja cuando todos bajan del taxi, y caminan por Buenos Aires, como si no se conocieran...

eso es todo por hoy.

Saludos

Nadia***

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Je, es simpático lo que contás. La gente se relaciona de manera medio extraña mientras viaja. ¿Nunca les pasó que el subte se quedara frenado entre estaciones y la gente empezara a mirarse como diciendo "estas son las últimas personas que voy a ver en mi vida"... y se ponen a charlar entre ellos hasta que el subte arranca y otra vez son extraños. Siempre me resultó gracioso, porque me encontré a mí misma tratando de reconocer las caras de mis compañeros de vagón, y olvidarlas al instante.

¿Qué será eso que hay detrás de estos acercamientos/distanciamientos entre la gente cuando viaja?

Orvuá! dijo...

Recuerdo un afiche de un concurso titulado "Cartas de Amor" que se auspiciaba en el subte. Su idea central era que el subte siempre impidió historias de amor.... me resultó muy real ya que siempre veo las mismas caras en el subte y en el 159 ... somos los mismos y nadie sabe bien que tenemos de "mismos" más que viajar a destinos similares en horarios similares... me temo (que un día que hable con algun compañero de "viaje" o de "Odisea") no tener nada en común más que el trayecto pero quien sabe algún Odiseo busque su Penélope y yo acá sin saber tejer...
Bárbara *)