viernes, 29 de junio de 2007

Crítica a El Tren Blanco

A continuación -y por recomendación de la profe-, dejo el intento de crítica que hice de El tren blanco. Se puede criticar, contrargumentar o señalar otras posiciones o cosas que haya pasado por alto.
Saludos,

Ale Soifer.


La película El tren blanco de Nahuel García, Sheila Pérez Giménez y Ramiro García aspira a reflejar una de las consecuencias más visibles –y, a la vez, menos vista- de la crisis del 2001 en Argentina: la aparición de los cartoneros. ¿Quiénes son? ¿Qué los llevó a realizar esa actividad? Estos son algunos de los interrogantes que el film intenta esclarecer.
A partir de una estética cuidada, la película no desatiende cierto lineamiento narrativo donde es fácilmente reconocible la estructura de introducción (el viaje de ida), nudo (la recolección en la calle y la indiferencia del “otro”) y desenlace (la vuelta). En cada una de estas etapas, los entrevistados reivindican su actividad como una fuente digna de trabajo con la cual poder alimentar a sus hijos. El valor que los entrevistados sostienen -por encima de toda posible crítica a su organización- es la familia, que se convierte en el motor que les da la fuerza necesaria para superar la vergüenza y salir a revolver lo que otros consideran basura.
Sin embargo, el film no realiza un análisis integral de la situación de los cartoneros en Buenos Aires. El relato se vuelve superficial y descontextualizado; en ningún momento hace referencia a la estructura industrial en la cual se desenvuelve la actividad, ni a la cantidad de dinero que reciben por su trabajo, ni a la cantidad de dinero que produce el reciclado del cartón.
El trabajo realizado por los tres jóvenes directores peca de una ingenuidad en la representación de los cartoneros. Posiblemente esa representación haya sido hecha a nivel conciente y esté cargada de un fuerte contenido ideológico, pero si hiciera gala del género al que pertenece, debería documentar todos esos silencios que en el El tren blanco no están.

3 comentarios:

colectivo53 dijo...

Ale..
me parecio muy correcta tu observación con respecto a el desarrollo de la narrativa de la pelicula. Sin críticas. quería destacar eso.

saludos!
Nadia***

Anónimo dijo...

Hola.. bueno al fin pude ver la película y me gustó mucho. Quería contar un poco mi impresión.
Me parecieron bastante fuertes los cortes con los videos de diciembre de 2001, las fotos son muy emocionantes y esta muy bien logrado el clima. Esas imágenes como flashes (que todos recordamos) que de vez en cuando tiene la película, hacen que uno no pueda evitar asociar ambos sucesos. En parte es obvio que tiene muchísimo que ver, pero hubo otros factores que dieron con el desencadenamiento de los hechos. Uno de los entrevistados decía que siempre hubo carretas, lo que pasó fue que se sumó muchísima gente y se organizó. Creo que es en este punto donde faltó profundizar, de hecho una mujer sacó el tema.
Por otro lado hablan un poco de lo que ganan (algunos 30 pesos y otros entre 60/70 pesos por semana). Y de paso hubiera estado bueno ver donde viven para conocer bien la situación.
Pero estas críticas pueden ser dejadas de lado si consideramos que puede tener otra finalidad el film (cuya percepción es subjetiva y por eso todas las objeciones son válidas).
Creo que apostaron mucho al impacto visual y a abrir una posible vía de indagación que siguieron otros films del género. Es cierto que se queda a veces en el ideal del grupo ("no sentir vergüenza"), pero la idea pasa (creo) por dejarlos hablar a ellos y mostrar como pocas veces había sido mostrado este suceso.
Realmente me gustó mucho, pero sí estoy de acuerdo con que faltan muchas cosas por indagar. Pero en cuanto el film quiere averiguar y mostrar sobre el tren blanco lo logra. Y es una opción desarrollar el viaje en forma cronológica de partida-vuelta, pero hay otras.
Es como si hubieran elegido solo una parte, y esa parte la representaron. Insisto hay mucho más por saber (como bien dice el post, que me parece perfecto) pero esta bueno también dejar algo para futuras inquietudes. Y si a alguno de nosotros nos hizo pensar que hay mucho más por saber, no ha sido en vano verla.
Besos
BeLén.

Anónimo dijo...

El problema para mí con los documentales es doble. Por un lado tenés lo estético y artístico y por el otro tenés la realidad que se demuestra (o que intenta hacerlo). Mi problema con este en particular es que si bien, como dice Belén, fue bueno que nos mostrara y acercara al tren blanco, ese acercamiento fue un tanto irreal, ya que los casos de cartoneros que eligieron fueron muy particulares y excesivamente homogéneos... De alguna manera eso les sirvió a los autores a sus fines estéticos (que me parecieron un poco efectistas). Es complicado de bajar a lo escrito la sensación que me produjo, pero lo sentí demasiado narrativo como documental, y con ello de alguna manera creo que buscaba el impacto inmediato y no una meditación profunda tanto desde el plano representacional como desde el plano de la "realidad".

Me parece interesante rescatar, ya que surgió, algo que dijo un compañero en la charla-debate luego de la proyección en la facu. No es un dato menor que este film haya sido producido por capitales españoles. Quizás está dirigido a un público que busca acercarse a esta situación desde el desconocimiento absoluto y desde una perspectiva idílica, y no a nosotros que quizás estamos más o menos embebidos en esta situación.

En fin, gracias Belen y Nadia por sus comentarios, está bueno discutir sobre películas (bah, a mí me encanta, je =) )

Besotes!